El racionalismo cartesiano: la puerta hacia el pensamiento moderno. por Jesús Fonseca Jinete

escrito por Jesús Fonseca Jinete como parte de tema de evaluación en la asignatura de Lógica y Argumentación Jurídica
profesor: Roberto Meisel Lanner



En este escrito quiero reflejar los aspectos que a mi parecer resultan más relevantes en la obra del Discurso del Método, o que al menos puedo decir que resultan importantes pues generaron la inquietud en el hombre moderno por asegurar la certeza del conocimiento del mundo a su alrededor.

Desde nuestra niñez el mundo se nos muestra como un gran acertijo por descubrir, es en este punto donde a través del juego y la interacción con la realidad nos empezamos a interesar por la causa y funcionamiento de las cosas, y en nuestro afán por encontrar una explicación creamos las más fantasiosas hipótesis propias de nuestra inmadura percepción del universo. Al crecer nuestros sentidos nos transmiten con mayor grado lo que está a nuestro alrededor pero esta deja de ser la única fuente de saber, pues aparece la figura de la experiencia de los mayores o de los mas doctos como un nuevo fundamento de nuestra razón.

Lo anterior muestra quizás la forma más habitual en la que adquirimos el conocimiento de las cosas y que ha sido idéntica desde la antigüedad. Sin embargo antes de la publicación de la precitada obra de René Descartes, el auge de la escolástica y la dogmática hicieron que el comprobar la veracidad de un postulado fuese una tarea temeraria, el más conocido ejemplo de esto fue Galileo quien con su frase “pero aún así se mueve” después de su juicio por parte de la inquisición, reflejó lo azaroso que resultaba la idea de controvertir el sistema oscurantista establecido; de ahí no resulta incomprensible que Descartes haya sido tan meticuloso en la publicación de sus escritos.

Pero, ¿ que pudo determinar que el planteamiento cartesiano fuese uno de los ápices del pensamiento moderno? Pues bien, el problema de llegar al conocimiento verdadero es la principal motivación del autor en su discurso, fue tan cercano a Sócrates quien afirmó que no sabia nada, al plantearse desde sus adentros ¿...será cierto lo que sé? ¿sabemos algo?. Vemos entonces que el papel de la duda y el planteamiento de cuestionamientos juegan una parte fundamental en sus razonamientos, y que incluso es a partir de estos planteamientos y de la constante controversia: enfrentamiento de tesis y antítesis, Descartes afirma se puede alcanzar la verdad. Esto en contraste con el régimen establecido de aceptar como cierto lo ya establecido sin la posibilidad de controvertirlo y la visión adánica de aceptar el mundo como dado, por lo que marca un nuevo paradigma en la visión de la ciencia.

El objetivo de la duda, o mejor dicho del planteamiento del problema es lograr una controversia racional de estas primeras ideas planteadas, pero con el rigor que aporta el razonamiento lógico matemático y algebraico. Por lo que podemos evidenciar que el experimento controlado y la aplicación de las matemáticas forman parte esencial en su Método para adquirir la certeza.

podemos concluir entonces que gracias a estos fundamentos la ciencia y el pensamiento moderno han definido claramente su “camino en la senda de la verdad” y forjar sus caracteres propios, es decir que el método cartesiano influyó notablemente el actual método científico y con él, la naturaleza propia del moderno saber científico, pues como la define Mario Bunge ''la ciencia puede caracterizarse como un conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible'', sin embargo el problema de la certeza no queda del todo resuelto puesto que llega en estos momentos a quedar relativizado hasta el punto de considerarse como cierto lo que hasta el momento no se haya demostrado que es falso, cuestión esta , que afecta incluso al Derecho y a muchas ramas del saber, pero que a semejanza de un pedregoso camino, demuestra en cuanto a la búsqueda del saber lo extenso de su dimensión.

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